Aunque ya hemos vendimiado las parcelas de nuestras uvas blancas, seguimos controlando de forma exhaustiva la maduración de la uva tinta para vendimiar en el momento justo en el que la uva se encuentre en el punto que queremos para elaborar nuestros vinos con la calidad que exigimos.

¿Cómo lo hacemos? Entre otras cosas, medimos el azúcar que tiene el fruto, un parámetro que nos indica el avance de la madurez fisiológica de la uva y el grado probable que tendrá el vino ya que en el proceso de elaboración se transforma en alcohol.

Los controles de maduración en la viña los hacemos con muestreos, tomando granos de uva de distintos racimos que estrujamos para medir el mosto con un refractómetro, un aparato que nos permite conocer el alcohol que tendrá el vino y la concentración de azúcar de la muestra.

Cuando los datos que nos ofrece son los que necesitamos para nuestro vino, ¡¡¡a vendimiar!!!