La elección del tipo de uva es una de las decisiones más importantes para la elaboración de un vino. Cada variedad tiene sus propias peculiaridades en función de factores como su capacidad adaptativa a los distintos tipos de suelo y a las diferentes condiciones climáticas o la presencia de determinados nutrientes, y que otorgan al vino un carácter u otro, así como le concede su propio matiz.

En la DOCa Rioja están autorizadas catorce variedades, distinguiendo entre cinco de uva tinta y nueve de blanca, aunque hoy nos centraremos en las ocho más comunes, de las cuales tres de ellas empleamos en Bodega Clemente García para la elaboración de nuestros vinos:

Variedades tintas

Tempranillo

Esta uva autóctona es el pilar de los tintos de Rioja. Solo esta variedad de uva supone el 87.78% de la superficie de cultivo en uvas tintas en la denominación. Aporta estructura y frutosidad gracias a su temprana maduración, con notas frutales que caracterizan los vinos de Rioja. Se trata de una variedad muy sensible a plagas y enfermedades y poco resistente a la sequía y a temperaturas altas.
Un tipo de uva que integra el espíritu de Rioja y que se encarna en nuestro Clemente García Tempranillo, un vino de edición limitada, potente y con buena estructura en boca.

Garnacha

La Garnacha tinta aporta una mayor intensidad aromática y color,  y un buen nivel alcohólico, proporcionando vinos intensos y redondos. Para nosotros es nuestra uva mimada ya que es la variedad típica en nuestra zona del valle del Najerilla en Rioja Alta. Una variedad recuperada que durante un tiempo estuvo denostada, que nos permite conseguir la AUTENTICIDAD e IDENTIDAD de nuestros vinos Clemente García Garnacha, un vino afrutado y singular, Clemente García Garnacha Tinaja, criado durante 14 meses en tinaja de barro, y Ballestería 33, pura esencia de garnacha.

Graciano

Esta variedad autóctona, aunque menos extendida, está ganando popularidad debido a su capacidad para aportar frescura y complejidad a los vinos de Rioja. Una uva ideal para coupages y vinos de larga crianza, así como para elaborar vinos monovarietales.

Mazuelo

Su cultivo en Rioja se remonta siglos y siglos atrás. Una variedad alta en taninos, ideal para la crianza y el enriquecimiento de los tintos. Se trata de una uva versátil en coupages, ideal para complementar al tempranillo en vinos de largo envejecimiento, y más productiva y resistente que otras variedades tintas.

Variedades blancas

Viura

La Viura es la uva blanca más cultivada en Rioja, representando casi el 68% de la extensión de uvas blancas en Rioja. Su versatilidad permite su uso tanto en vinos blancos jóvenes como en crianzas, destacando por su frescura y su capacidad para envejecer en barrica. Se trata de una variedad sensible a la botrytis, pero resistente a las heladas.

Esta uva es también la protagonista en nuestro Clemente García Viura, un vino que encarna el espíritu de Rioja en sus variedades de blanco. Una edición limitada de 630 botellas de un vino fino y elegante en el que destacan sus aromas cítricos y de hierbas aromáticas sobre un ligero fondo de madera, afrutado y fresco con largo final en boca.

Tempranillo blanco

Esta variedad tan autóctona como única procede de una mutación genética natural a partir de un solo sarmiento de una cepa de Tempranillo Tinto, localizada en 1988 en un viñedo viejo de Murillo del Río Leza, La Rioja. El tempranillo blanco está ganando un lugar cada vez más destacado en la viticultura riojana, con su perfil aromático afrutado y acidez elevada, aporta frescura y equilibrio a los blancos, y destaca por su carácter único y su potencial para la elaboración de vinos de calidad.

Malvasía

Aunque menos extendida, la Malvasía destaca por su capacidad para producir blancos de gran calidad. A pesar de su baja productividad y su sensibilidad a enfermedades que la hace requerir cuidados especiales, su potencial enológico la convierte en una variedad muy valorada por los viticultores y con gran potencial para la crianza.

Garnacha blanca

Originaria de la Garnacha tinta, esta variedad blanca presenta un comportamiento enológico similar, dando lugar a vinos alcohólicos y ricos en extracto, aunque escasos en aroma y acidez. Aunque menos común, tratándose de la variedad de uva blanca de origen español que menos superficie ocupa de todas las autorizadas en Rioja, es ideal para mezclar con otras variedades blancas o para elaborar vinos monovarietales frescos.