Vamos a repasar 15 conceptos muy frecuentes en el vocabulario de la cata que te ayudarán a entender de qué hablamos cuando vamos a catar un vino.

  • Acidez: sensación de frescor que deja en boca.
  • Afrutado: la gama de aromas que priman nos recuerdan a determinadas frutas.
  • Astringencia: sensación de sequedad, rugosidad o aspereza que deja en boca un vino cuando lo pruebas.
  • Aterciopelado: Vino tinto, suave y noble, de buen tacto en boca.
  • Balsámico: Vino con sabor a ciertas maderas verdes como cedro o abeto. En los vinos blancos esto, generalmente, es un defecto.
  • Bouquet: Conjunto de sensaciones olfativas de un vino de crianza obtenidas de guarda, tanto en madera como en botella.
  • Carácter: Un vino singular en algún aspecto, diferente, que tiene personalidad.
  • Complejo: Vino con numerosos sabores y aromas, pero equilibrados y armónicos entre sí.
  • Cuerpo: vinos alcohólicos y astringentes que dan la sensación de llenar la boca.
  • Floral: Aroma que recuerda al perfume de las flores.
  • Equilibrado: Vino que presenta un conjunto armonioso de caracteres, sin que ninguno sobresalga sobre los demás.
  • Lágrima (mosto): Mosto que escurre de los racimos todavía sin prensar. Lágrima (que forma): Huellas en forma de gotas que descienden por la pared de la copa al agitar en su interior vinos ricos en alcohol y glicerina.
  • Limpio: En boca es un vino sin sabores extraños. A la vista es sinónimo de brillante.
  • Monovarietal: Vinos elaborados al 100% con una única variedad de uva.
  • Redondo: Vino armonioso, equilibrado y aromático, es un vino bien criado.

¿Los conocías todos? Éstos son solamente algunos de ellos pero ¡hay muchos más!