Cuando Clemente García decidió embarcarse en esta aventura tenía muy claro su respeto por la tierra como garantía de futuro, por lo que decidió apostar por una viticultura ecológica.

Hoy son ya casi medio millón de hectáreas en todo el mundo las que se dedican a la viña orgánica, según la Organización Internacional del Vino (OIV).

En nuestra bodega trabajamos de esta forma todos nuestros viñedos dejando que la uva exprese de manera natural todo su potencial y esencia varietal y del terruño.

El resultado son unos vinos  más originales, sobre todo, en cuanto a aromas.

Además, al no usar productos químicos, en el entorno de nuestros viñedos fomentamos un ecosistema natural de animales y vegetales que protege a la viña de plagas y enfermedades.

¡Para nosotros todo son ventajas!