Aunque la historia de nuestra denominación de origen es milenaria, se cumplen ahora 30 años de uno de los hitos clave en su desarrollo: el 3 de abril de 1991, se nos reconocía oficialmente como Denominación de Origen Calificada, que nos situaba en una categoría superior.

Uno de los requisitos era el embotellado en origen, es decir, que se acaba la práctica de vender vino a granel y todo el vino amparado por la DO tenía que estar embotellado en la zona de producción.

Se inició entonces un periodo de expansión y modernización del sector vitivinícola riojano que nos ha llevado a alcanzar altas cotas de prestigio internacional.

¡Así que hoy felicitamos a todo el sector vitivinícola de Rioja por el continuo esfuerzo que realiza para alcanzar las más ambiciosas metas de calidad!.